martes, 19 de febrero de 2013

11ª Jornada: Illescas B - EMFV A

VICTORIA AGRIDULCE

Tras dos semanas consecutivas asistiendo a enfrentamientos más propios de un Real Madrid-Barcelona con niños de 7 años, el artículo de hoy no resulta fácil de escribir. Dos partidos consecutivos con una intensidad desmedida (¿?), donde el resultado prevalece por encima del juego !!, enfrentamientos entre padres este pasado domingo de dos colectivos del mismo equipo por un penalti errado, árbitro enfrentado con padres de uno de los dos colectivos anteriores, árbitros que están igualmente en formación, con apenas 14 años y llorando a la finalización del encuentro sobrepasado el chaval por la tensión. Estamos locos ???. Nuestra labor no debería ser la enseñanza de distintos valores utilizando nuestro deporte favorito para ello ??, valores tales como el esfuerzo, el respeto, la convivencia, el compañerismo, la superación, etc…   

No pretendemos dar lecciones de moralidad, ni ser los abanderados del juego bonito, ni ser los más altos, ni los más guapos, ni los más honestos ni todo lo contrario y por supuesto lo que hacemos puede valer o no, sólo intentamos interpretar el principal mandamiento de la Escuela Municipal de Fútbol de Valdemoro: educar social y deportivamente a todos los chicos, así como la mejora y el progreso en su faceta de formación.

No seamos hipócritas porque a todos nos gusta ganar, pero a cualquier precio y en estas edades tan tempranas ??. Creemos en la formación por encima de la clasificación; creemos en la deportividad, en la honestidad y en ser leales con rivales, árbitros, monitores y compañeros (por ejemplo en pedir disculpas tras falta, agarrones, zancadillas, etc..); creemos en la cultura de tener el balón y en la cooperación de todos los niños en la construcción del juego; entendemos que todos deben jugar un mismo número de minutos independientemente de las condiciones físicas y aptitudes de cada niño; en definitiva entendemos que en esta edad los niños deben ser formados por encima de cualquier otro objetivo.

Formar, competir e incluso ganar son conceptos que pueden y deben cohabitar, pero no a cualquier edad y nunca a cualquier precio. En estas edades tempranas no creemos que el fin justifique los medios.

En las competiciones evidentemente hay que transmitir a los jugadores la ilusión de luchar por la victoria, pero no la idea de buscarla a cualquier precio. Hay que inculcar a los chicos que los triunfos vienen como consecuencia de un trabajo previo y generalmente el resultado es consecuencia, casi siempre, del buen juego. Cruyff por ejemplo lo tiene claro al respecto: “quien juega mal puede vencer esporádicamente, pero la mayor parte de las veces ganará aquel que juega mejor. Todos debemos intentar que así sea”.

De esta manera la competición no hay que entenderla como un fin en sí mismo, sino como un medio formador donde los jugadores deben DIVERTIRSE ante todo. Buscar ante todo la formación del jugador, pero no solo la mejora técnico-táctica a nivel individual y colectiva del equipo a largo plazo, sino la formación integral de los chicos utilizando nuestro deporte favorito como vehículo transmisor de valores como trabajo en equipo, juego limpio, disciplina, sacrificio, afán de superación, etc. Procurar conseguir objetivos en un futuro como formar jugadores para categorías superiores, pero primero hacer hincapié en el fomento de los valores mencionados y en la educación que le serán a los chicos muy útiles en su vida adulta, “primero formar personas y luego jugadores deportistas”.

No hay comentarios:

Publicar un comentario